UN TRABAJO OCULTO
Por fe, por tradición o... porque sí
24/03/2013 - Sabela Corbelle / El Progreso (Lugo)
La Semana Santa no la hacen solo las procesiones y los cofrades. Detrás de los capuces, hay un trabajo que, en muchas ocasiones, realiza gente anónima cuya contribución anual garantiza que muchos pasos salgan finalmente a la calle.
NO LE PREGUNTEN a esta gente por qué se vuelcan con la Semana Santa. La respuesta será siempre la misma: lo hacen por fe, por tradición familiar o, simple y llanamente, porque es algo que les gusta y quieren hacer todos los años. Manuel Yáñez Lage se crió entre los tambores de la Semana Santa de Viveiro. Hace una década comenzó a colaborar con la Junta de Cofradías para relanzar las procesiones que salen por las calles de Lugo. Sus ideas y su experiencia empezaron a calar entre los cofrades de forma que fue él quien impuso, por así decirlo, la costumbre de llevar a hombros ciertos pasos.
Este hombre, que dirige la banda de música de Guntín y que ahora mismo también hace de guía en la procesión del Desenclavo y de capataz del Vía Crucis, comenzó a vincularse con la Semana Santa lucense después de venir a dirigir la banda en esta misma procesión. Ahora, tras componer dos marchas, fue nombrado cofrade de honor de El Desenclavo.
Guía el Vía Crucis. Manuel Yáñez Lage (Sebas Senande / El Progreso).
«Compuse marchas que no se habían tocado hasta ahora, les propuse que llevasen imágenes a hombros (como la del Cristo del Vía Crucis) y también los convencí de que sacaran las cruces a la calle y el paso de la Virgen de los Dolores», afirma Manuel Yáñez.
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