lunes, 14 de abril de 2014

LVdG: Viveiro y sus múltiples pasiones...


GALICIA
Viveiro y sus múltiples pasiones
La ciudad de A Mariña vive entre capuchones de Semana Santa y tablas de surf. Jesús Fernández, capataz del paso del Calvario y concejal, y David Díez, que dirige una escuela de surf y regenta una tienda, representan las dos caras de la localidad
MAR GARCÍA
viveiro / LA VOZ 13 de abril de 2014 05:00



Vidas enfrentadas Entre capuchones de Semana Santa y tablas de surf

Jesús Fernández Fernández nunca se ha subido a una tabla de surf. David Díez Polo tampoco sabe lo que es llevar un paso de casi 2.000 kilos que es lo que pesa El Calvario. «Creo que estoy un poco mayor ya», dice el primero. «Llevo toda la vida viendo la Semana Santa y tengo amigos y familiares que participan, pero a mi nunca se me ocurrió». Ambos tienen gustos opuestos pero una pasión compartida, Viveiro en sus múltiples facetas. Los dos andan a tope de trabajo estos días, aunque los motivos son bien diferentes.

Jesús es el capataz del paso del Calvario, de la Hermandad de las Siete Palabras, que sale el Viernes Santo a hombros. Cien hombres, «y este año dos mujeres», dice. Ensayos, montar el paso... «Las procesiones son muy bonitas en la calle, pero en la trastienda hay mucho trabajo anónimo, que no se ve». Además es concejal independiente en la corporación de Viveiro, y hasta hace poco trabajador de banca, hasta que la crisis se llevó por delante su oficina.

David, por su parte se reparte entre su tienda y su escuela, Oxigeno Surf School, preparándose para recibir a los participantes en el campus que organiza esta Semana Santa, y que incluye alojamiento y curso durante cuatro días además de una mariscada, todo el paquete por menos de 250 euros. «Hay que darle un poco de valor a los productos de la tierra», dice cuando se le pregunta por la mariscada. No hay nada comparable a la libertad que da el mar, aseguran los surfistas. David aprovecha para destacar el «privilegio» de Viveiro y A Mariña para la práctica de este deporte que en otros países es toda una cultura «que va más allá de una afición» y cuenta con ayudas institucionales. «Cerca, a menos de 15 kilómetros del casco histórico de Viveiro tenemos siete u ocho playas que nos permiten practicar surf el 98 % del año, desde Esteiro de Xove a Esteiro de Bares, o San Román o Abrela, depende de los vientos». Ser un punto sensible del paso de las borrascas no es tan malo entonces. Y los dos miran al cielo. El cofrade por si llueve, y el surfista por si Eolo no es favorable.

David invita a Jesús a probar lo que se siente sobre una tabla. «Me caigo, fijo», responde entre risas el cofrade viveirense. Pero matiza: «Nací a 20 metros de la pleamar de Celeiro y en el club de remo fui entrenador muchos años. También hay que arrimar el hombro». Jesús invita a David a llevar el paso. «Venga, anímate. Es algo que engancha por el ambiente de cordialidad, también entre las cofradías. No hay rivalidad como en el fútbol», dice, al tiempo que asegura que no le pesan los 25 años que cumple llevando imágenes de la cofradía. David es cauto y no dice ni si ni no, 2.000 kilos sobre el hombro, aunque sean repartidos, son palabras mayores. Y se lanza a explicar que «de Viveiro se puede disfrutar de muchas cosas, las procesiones, pero también de la naturaleza o el deporte, hay zonas espectaculares para visitar». Asiente Jesús, que incluso menciona el Resurrection Fest, pero tira hacia su territorio: «Cada pueblo tiene su estilo, pero tenemos un casco histórico precioso, e impresiona ver cómo suben los pasos por la calle de la zapatería, que casi no caben. El que viene a Viveiro, repite».

«Impresiona ver cómo suben los pasos por la calle de la Zapatería, que casi no caben»

Jesús F. Fernández

«Cerca del casco histórico tenemos playas para practicar surf el

98 % del año»

David Díez Polo

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