Hoy día 1 de marzo, festejamos el día de San Rosendo, patrono de nuestra Diócesis de Mondoñedo Ferrol, por tal motivo a las 12:00 horas del mediodía tendrá lugar una Solemne Eucaristía presidida por el Señor Obispo Don Manuel Sánchez Monge y concelabrada por los Canónigos y otros Sacerdotes en la SIC de Mondoñedo.
ORACIÓN DE SAN ROSENDO
"Señor, que nos deches en San Rosendo, bispo e monxe, unha sinal do teu amor providente e alumeaches co seu vivir xeneroso a nosa historia, concédenos que, ó avivar a súa memoria, nos alentes a vivir xenerosos servíndote e amándote nos irmáns; concedas ás nosas familias ser como a súa, semente de valores cirtiáns, espertes nos nenos e mais nos xoves a xenerosidade de escoitar a túa voz para seguirte no sacerdocio, na vida consagrada ou nun laicado comprometido; encamiñes con acerto xeneroso de paz e de xustiza as decisións dos que gobernan o mundo e a nosa terra, e a nosa igrexa de Mondoñedo-Ferrol, onde o teu servo te fixo presente coa súa entrega xenerosa. AMÉN.
Reportaje emitido por La2 sobre el año Jubilar de San Rosendo en 2007
Reportaje de San Rosendo en La 2
Reportaje emitido por La2 sobre el año Jubilar de San Rosendo en 2007
Reportaje de San Rosendo en La 2
San Rosendo nacido el 26 de noviembre del año 907 cerca de Santo Tirso, en las inmediaciones de la ciudad de Porto (Portugal), todavía hoy se conserva la pila bautismal en la parroquia de San Miguel do Couto, cerca del monte Cordova. Fue obispo de San Martiño de Mondoñedo (Foz) e Iria (Santiago de Compostela). Promotor de numerosos monasterios por todo el territorio del noroeste peninsular, como el de San Juan de Caaveiro (A Coruña), siendo su fundación emblemática el monasterio de Celanova (Ourense), donde fallecería el 1 de marzo de 977. Esta abadía fue centro de referencia para más de cincuenta monasterios y prioratos de toda España. Fue canonizado a finales del siglo XII, por el cardenal Jacinto Bobo, en 1172, siendo legado pontificio en España, quien llegando a Papa, con el nombre de Clemente III, el 9 de octubre de 1195, extendió su culto a toda la Iglesia.
Nombrado obispo de San Martiño de Mondoñedo, sede que había sido de su tío, Sabarico II, lo primero que quiso y pidió al Señor para su Iglesia fue la paz. Para conseguirla, comenzó a reconstruir los monasterios e iglesias que lo precisaban. Con esto aquietó y conquistó a los abades de toda Galicia, que era, por aquel tiempo, gran parte de la nobleza gallega.
Los documentos que conservamos de San Rosendo, en el tiempo en que fue obispo de Mondoñedo, podemos sintetizarlos diciendo que tratan más de asuntos relacionados con su preocupación por dotar y estructurar elmapa monástico de Galicia, que de cuestiones pastorales referidas a su Iglesia mindoniense. Se comprueba como su gran preocupación es la dotación de la obra de su vida: el monasterio de Celanova.
Sufrió mucho ante los abusos del fenómeno de la esclavitud, que todavía se daba entre muchos señores que se tenían por cristianos y entre los mismos obispos. Trabajó duro por su abolición, comenzando por su propia casa, dando la libertad a sus siervos y aconsejándoles a los nobles que hiciesen lo mismo. Se convirtió así en la esperanza de todos aquellos que buscaban la libertad.
Su figura va más allá de los linderos diocesanos de Mondoñedo o mismamente monásticos, y su obra y mensaje abarca los más diversos aspectos que marcan la vida y estructura de Galicia desde el siglo X hasta nuestros días. Es una personalidad que entronca con las principales familias, que marcaron la historia de nuestra tierra, las relaciones con la monarquía asturiana y leonesa y, al mismo tiempo, viene a ser un aliciente para la conciencia política de Galicia en cuanto entidad política y culturalmente diferenciada.
Entre los obispos que rigieron la diócesis mindoniense, con anterioridad al año 1000 destaca, pues, San Rosendo, que estuvo al frente de ella entre los años 925 y 948, fecha en la que renunció para retirarse al monasterio que había fundado en Celanova, diócesis de Ourense.
El obispo Mesía de Tovar le dio un gran impulso a la devoción a San Rosendo en nuestra diócesis, cuyo fruto fue la creación de la cofradía de San Rosendo, constituida en 1615.
Durante el pontificado de D. Ponciano de Arciniega (1857-1868), el Papa Pío IX acepta conservar el día primero de marzo como solemnidad de San Rosendo, desaparecida por Decreto Pontificio que regulaba las festividades litúrgicas de la Iglesia.
También resultó importante y fructífera la labor llevada a cabo por el obispo Juan José Solís y Fernández (1907-1931), que tomó posesión del obispado de Mondoñedo en junio de 1907, milenario del nacimiento de San Rosendo. En este año publicó A. López Ferreiro la, sin duda, mejor biografía de San Rosendo hasta que las se publicaron recientemente.
Un obispo que intentó crear una nueva relación de la diócesis mindoniense con San Rosendo fue D. Jacinto Argaya Goicoechea (1957-1968). Cada año, por el primero de marzo, invitaba con una circular abierta a celebrar la fiesta del patrón, animando a peregrinar anualmente a Celanova, presidiendo personalmente la romería diocesana que se hacía, generalmente, a mediados de julio. También dedicó la primera parroquia en la diócesis a San Rosendo en la ciudad de Ferrol, y cuando trasladó el Seminario Mayor a Salamanca, lo puso bajo la advocación del santo.
En 1976, siendo obispo de Mondoñedo-Ferrol, Mons. Araújo Iglesias, se aprobó la misa y el oficio de San Rosendo. Fue entonces cuando, en la primera edición del Misal Romano en lengua gallega, aparece la Misa de San Rosendo, que se propone como solemnidad para la diócesis de Mondoñedo-Ferrol y como fiesta de memoria obligatoria en el resto de diócesis gallegas.
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