Con el corazón puesto en la misericordia divina, recemos todos juntos un Padrenuestro en sufragio de quienes están ahora en la presencia de Dios y por los heridos que luchan por la vida.
Todos:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal. Amén.
Dales, Señor el descanso eterno, y brille para ellos la luz perpetua.
Descansen en paz.
Amén
0 comentarios:
Publicar un comentario