viernes, 1 de marzo de 2013

Misa en Honor a San Rosendo, Patrón de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol...

Mañana Sábado 2 de marzo a las 12:00 horas tendrá lugar una Solemne Misa en la S.I Catedral de Mondoñedo, presedida por el Señor Obispo Monseñor Don Manuel Sánchez Monge, en honor a San Rosendo Patrón de la Diócesis.




Mons. Sánchez Monge
"San Rosendo, un creyente apasionado"
Escrito publicado en Dumio (nº92, febrero, 2012)



El Papa Benedicto XVI ha convocado el Año de la fe. Desde hace más de 1500 años, la fe cristiana se viene sembrando en las tierras que configuran nuestra Iglesia de Mondoñedo-Ferrol. San Rosendo, nuestro Patrono, vivió la fe y la predicó con entusiasmo. En tiempos de fe debilitada como los nuestros hemos de ir a las raíces en busca de nueva sabia y nuevo vigor. Pero no podemos conformarnos con acoger pasivamente el regalo de una fe que nos viene de muy lejos. La adhesión personal y entusiasta a Jesucristo ha de suscitar en nosotros el deseo de impulsar con nuestras vidas la ‘nueva evangelización’, a la que nos invitó nuestro querido Papa Juan Pablo II, y en cuya andadura está empeñado con nuevo impulso el actual Siervo de los siervos de Dios.



Contemplar la persona de San Rosendo es contemplar la figura de un Obispo que promueve la santidad y desempeña el ministerio evangelizador superando las dificultades e inconvenientes que encontró en su camino. Preocupado por la vida del pueblo, desempeñó un papel relevante como Pastor de nuestra Iglesia, que le ganó merecidamente títulos como padre de los pobres, defensor de Galicia, buen organizador de las estructuras eclesiásticas, promotor de vocaciones y del apostolado, ángel de la paz.



San Rosendo fue un creyente que no se centró en la teoría y las normas, sino en una profunda experiencia de Dios que le capacitó y sensibilizó para encontrar a Dios, para captar su lenguaje, para sentir su presencia en los acontecimientos de cada día: en las iglesias y monasterios que restauró, en la atención pastoral a sus sacerdotes, en el cuidado de los pobres, en la liberación de los esclavos, en la pacificación de los nobles de su tiempo, etc...



Hoy día es preciso que cada cristiano tenga una experiencia personal de Dios. Experiencia que desborde la pura teoría y que le otorgue a la fe una fuerza vital capaz de vencer la increencia ambiental, la sensación de ‘locura’ al apostar por los pobres y débiles del mundo, que son la mejor y la mayor gloria de Dios.



Si desvinculamos a Dios de nuestra vida cotidiana, nos quedaremos sin Dios, y sólo si le descubrimos, si le hablamos, si le amamos en los hechos cotidianos, podemos ser verdaderos creyentes. Se trata, pues, de una mística que desde el corazón de Dios nos devuelva al mundo, para que percibamos en él el latido del corazón misericordioso del Padre.



Estamos trabajando este curso de un modo especial para promover vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. También muchos grupos extendidos a lo largo y ancho de nuestra diócesis mindoniense-ferrolana preparan el Congreso de laicos que se clausurará, si Dios quiere, en octubre de este año. Estas dos realidades las ponemos en manos de S. Rosendo, nuestro Patrono, para que produzcan abundantes frutos espirituales y pastorales entre nosotros.

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