Los propietarios de algunos negocios se resintieron por el mal tiempo, lo que motivó anulaciones de última hora, sobre todo de personas procedentes de la propia comunidad gallega, como fue el caso del Ego de Area, cuyo gerente, Manuel Balseiro, reconocía que la afluencia fue similar a la del año anterior, pero lamentaba que «nos machacó el mal tiempo».
La meteorología adversa no hizo mella, en cambio, entre los visitantes procedentes de Asturias, los castellanos o los turistas llegados de Barcelona, Madrid o País Vasco. Esa circunstancia no pasó factura tampoco a la actividad del restaurante Nito, que se llenó a la hora de las comidas.
La ribadense Casona de Lazurtegui colgó el cartel de completo en las jornadas principales, a pesar de que «o tempo non axudou, pero tampouco nos influiu» según explicaron. Casi completo estuvo también el Boa Vista de San Cibrao, en Cervo, donde tampoco notaron las inclemencias meteorológicas. Un poco más floja fue la semana para el hotel Leytón de Foz, que se resintió algo respecto a otros años, aunque el nivel de ocupación en la localidad fue alto y hubo bastante animación en la zona de la playa y el puerto.
Puntos turísticos
Las oficinas de turismo son otro de los puntos donde se pulsa la atracción que genera la Costa lucense. Así, en Viveiro, Ribadeo y Foz contabilizaron un mayor número de consultas que en años precedentes.
La oficina vivariense fue la que contabilizó una mayor cantidad de consultas, con un total de 4.221, cifra que supera levemente a la registrada el año anterior. La lluvia, que estropeó las visitas programadas para el Jueves y el Viernes santos, contribuyó a reducir el número de visitantes previsto en el municipio.
Los turistas, que aún así acudieron a la ciudad, procedían fundamentalmente de Galicia y Madrid, aunque también los había de otros puntos del centro y el norte del país. La mayoría de los visitantes se interesó, sobre todo por los horarios de las procesiones, dado que buena parte se desplazaron a la ciudad ex profeso para seguir los desfiles procesionales.
El regidor ribadense, Fernando Suárez Barcia, destacó que 2.340 personas pasaron por la oficina local entre el 15 y el 24 de abril pasados, que superó ampliamente la cifra de visitantes contabilizada en el mismo período del año precedente, en que 1.500 personas solicitaron información. El alcalde sostiene que el municipio está cada vez más consolidado como «destino turístico emerxente dentro da grande oferta galega».
La jornada de mayor afluencia fue el Viernes Santo, con 408 visitantes; seguido del jueves, con 382. Barcia apunta que el turismo que recibe el concello es mayoritariamente gallego y madrileño, aunque también hay castellanos y vascos. Los alemanes y franceses predominan entre los visitantes de ámbito internacional.
Congresos
El primer edil ribadense apuntó que ayer mismo mantuvo un encuentro con el sector hotelero para abrir nuevas posibilidades para la temporada baja. La principal que baraja Fernando Suárez es convertir a la localidad en un lugar atractivo para acoger congresos, tanto de empresas como de colegios profesionales. Por ello, solicitó al sector precios competitivos para hacer una oferta interesante y singular.
El alcalde recalcó, por otro lado, la afluencia de público que recibe la playa de As Catedrais, que situó en varios millares de personas en estas fechas. Suárez destaca que el gobierno local potenció la zona con una línea de autobuses en verano, folletos específicos, guías turísticos e incluso alquiló fincas para crear aparcamientos provisionales. En este sentido, critica la falta de apoyo de Xunta y Estado.
Por su parte, la oficina de turismo de Foz, ahora situada dentro del Cenima, también duplicó el número de consultas al pasar de las 257 de 2010 a las 579 que pasaron por dicha dependencia durante el actual 2011.
- Desolación entre las cofradías. El balance para la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Viveiro es desolador, debido a que las principales procesiones no desfilaron por las calles de la ciudad debido a la lluvia.La portavoz, Mª Carmen López Gómez, explicó que «tomar la decisión de no sacar un desfile es muy doloroso, ya que los cofrades trabajan con ilusión y esfuerzo para salir».
- Gran afluencia. Las plazas y calles se llenaron sábado y domingo, días en que sí pudieron sacarse las procesiones de la Esperanza y el Vía Lucis, que concitaron gran interés ante las cancelaciones anteriores. La portavoz destacó que las que salieron lo hicieron como se habían preparado. Por la carpa antesala del museo y en las exposiciones de Semana Santa pasaron más de 24.000 personas.
- Participación. La Junta de Cofradías insiste en reclamar más participación en los actos litúrgicos, pese a la importante asistencia, «pues son los que dan sentido a vivir la Semana Santa»
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