La Iglesia, que celebra normalmente la fiesta de los santos en el día de su nacimiento a la vida eterna, mañana conmemora a santa Teresa de Jesús Jornet, patrona de la ancianidad.
El 26 de agosto de 1897, a la edad de 54 años, desde Liria (Valencia) partía hacia la Casa del Padre.
En los 204 Hogares de Ancianos en los que la Congregación de Hermanitas de los Ancianos Desamparados ejerce su ministerio, esparcidos en 19 países, será un día especial, al que ha precedido la novena en honor a la Santa.
Biografía:
Nació Teresa de Jesús Jornet e Ibars el 9 enero 1843 en Aytona (Lérida), en el seno de una familia de agricultores, profundamente cristianos; cursó los estudios de Magisterio y ejerció su profesión de maestra nacional durante algún tiempo en Argensola (Barcelona).
En 1868 ingresó en el monasterio de Clarisas de Briviesca (Burgos), del que tuvo que salir poco después por motivos de salud (1870). Durante algunos años recibió el influjo espiritual de un tío suyo, el P. Francisco de Jesús María y José Palau y Quer, carmelita descalzo exclaustrado, celoso misionero, gran contemplativo y apologista militante, creador de diversas instituciones de enseñanza. Durante algún tiempo, Teresa trabajó en las escuelas del P. Palau sin ligarse a compromiso de vida religiosa, abandonando estas actividades poco después (1872), fallecido el P. Palau.
Circunstancias providenciales decidieron definitivamente su vida, en el mismo a. 1872; en Barbastro (Huesca) entró en relación casual con un celoso sacerdote, D. Pedro Llacera, que le dio a conocer los planes de fundación en favor de la ancianidad desvalida que por entonces inspiraban la actividad de otro ilustre sacerdote, D. Saturnino López Novoa, chantre de la Catedral de Huesca; Teresa vio abierto el camino de su vida y se ofreció inmediatamente a ser colaboradora en tal empresa caritativa, uniéndose a las primeras aspirantes del nuevo Instituto fundado en Barbastro el 3 octubre 1872: pocos días después fue nombrada con carácter provisional superiora de aquel grupo por el Vicario capitular de la diócesis. Es fundadora de las conocidas Hermanitas de los ancianos desamparados.
Trasladada la Fundación a Valencia, Teresa fue confirmada en su cargo de directora general por el arzobispo Mons. Mariano Barrio Fernández (10 mayo 1875). Emitió la primera profesión el 29 noviembre 1874, pronunciando los votos perpetuos el 8 diciembre 1877.
El arzobispo de Valencia Mons. Antolín Monescillo (31 enero 1878) renovó el nombramiento de directora general. En 1887 fue elegida Superiora general del Instituto, de acuerdo con las Constituciones aprobadas por la Santa Sede, por un periodo de nueve años, siendo postulada para continuar en el cargo terminado este periodo, confirmándola en tal designación la Santa Sede (14 julio 1896) para otro periodo de nueve años que no pudo terminar.
Murió santamente en Liria (Valencia) el 26 agosto 1897, dejando 103 Casas-Asilos de su Congregación en plena actividad en España y América. Había recibido en la Congregación a 1.260 hermanitas, de las cuales muchas se le habían anticipado en la muerte.
Sus restos mortales fueron trasladados a Valencia, a la Casa Madre de la Congregación, y son objeto de fervoroso culto. Fue beatificada por Pío XII el 27 abril 1958 y canonizada el 27 enero 1974 por Pablo VI, que con tal motivo pronunció una homilía exaltando el valor de su santidad y de su vocación en favor de los ancianos desvalidos. Se celebra su fiesta el 26 de agosto.
Oración
¡Oh Dios, que has guiado a la
Virgen Santa Teresa a la perfecta
caridad en el cuidado de los ancianos!
Concédenos a ejemplo suyo,
servir a Cristo en el prójimo
para ser testimonio de tu amor.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
El compromiso de nuestras religiosas
Una Institución ejemplar con casi 110 años de trabajo y compromiso en Viveiro. Residencia Betania de Viveiro, «Hermanitas de los Ancianos Desamparados», Francisco Xabier Martínez Prieto
La Congregación de Hermanas de los Ancianos desamparados en Viveiro...
Transcurridos 110 años desde la llegada de esta congregación a Viveiro, a modo de Homenaje, recuperamos un artículo de Don Francisco Javier Martínez Prieto publicado por La Voz de Galicia.
El compromiso de nuestras religiosas
Una Institución ejemplar con casi 110 años de trabajo y compromiso en Viveiro. Residencia Betania de Viveiro, «Hermanitas de los Ancianos Desamparados», Francisco Xabier Martínez Prieto
29 de mayo de 2012 13:28
El 29 de Abril de 2003 se celebraron los cien años de que Sor Teresa de los Desamparados, acompañada de Sor Escolástica, Sor Amelia, Sor Antonia, Sor Adelina y Sor Mercedes, llegaban a Viveiro para poner en funcionamiento el 10 de Mayo de ese año, a un asilo llamado de ?San Benito?. A lo largo de ese año 2003 la Residencia publicó varios números de un periódico conmemorativo que llevó por nombre ?Eco de Betania?. Su centenario se celebró de muchos modos: una exposición de fotografías antiguas del viejo Asilo, conferencias, conciertos, y hasta la propia actuación del mago Antón para los residentes. A casi diez años de todo aquello no queremos olvidarnos de que el trabajo de las hermanas sigue adelante desde el silencio, día a día, jornada a jornada y desde ese amor que no se examina a la tarde, sino que se demuestra cada día.
Una residencia que trabaja con el completo de las 137 plazas, con todo tipo de enfermos, muchos de ellos con dependencia total. Ubicada en la calle Benito Galcerán, que fue uno de los grandes benefactores del mismo junto con los hermanos López Villar. En los años sesenta la Madre Emma, superiora del mismo en aquel momento, llevó a cabo una ingente movilización y un enorme esfuerzo para la construcción del amplio edificio actual. Hace pocos años se realizaron en el mismo cuantiosas obras de adecuación a las nuevas normas y necesidades que requiere una residencia en la actualidad. El grave deterioro del tejado obligó hace un año a realizar obras en el mismo con el esfuerzo de las hermanas que autogestionaron siempre los desafíos de seguir manteniendo en pie esta obra que ofrece más de veinte puestos de trabajo en el mismo. Cuenta con prestaciones como peluquería, servicio médico propio, sala de televisión, podología, excursiones, teatro y servicios de instalaciones generales, programas y actividades, servicios personales, servicios sociosanitarios?
La Residencia cuenta con un grupo de colaboradores que lleva a cabo labores de animación, apoyo y actividades de promoción varias como ha tenido lugar recientemente de un mercadillo a favor de los mayores con el fin de facilitarles materiales para la sala de juegos, entretenimiento y ejercicios. No podemos olvidarnos que alberga uno de los importantes belenes de nuestra diócesis realizado por el recientemente fallecido capellán, D. Amado Aguiar, en colaboración con las hermanas.
La Residencia Betania es una casa abierta y desde su salón de actos se ofrece a Viveiro un espacio muy importante para conferencias. En el presente año han acogido a grupos de la Asamblea Diocesana de Laicos de la zona de Viveiro para sus asambleas y reuniones.
La Congregación religiosa se fundó en Barbastro (Huesca) el 27 de Enero de 1873 por el padre Saturnino López Novoa en colaboración con Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, nombrada Superiora General del Instituto desde sus comienzos. El Carisma de la Congregación es el cuidado y asistencia espiritual y material de los Ancianos desvalidos de uno y otro sexo, preferentemente los pobres, que sean puestos al cuidado de la Congregación.
Actualmente cuenta con 210 casas, donde son acogidos unos 26.000 Ancianos, (15.300 en España y 10.000 en los restantes países), en 17 Naciones (España, Portugal, Alemania, Italia, México, Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina, Chile, Brasil, Mozambique), y 3 continentes (Europa, América y África). Los miembros de la Congregación son 2438 de los que 2.105 son Hermanitas de votos perpetuos y 333 son de votos temporales. Hay además 112 novicias, 52 postulantes y 140 aspirantes.
El capellán de la Residencia Betania es D. Emilio Prado Piñón y la Madre Superiora Sor Isabel Tojo López.
El 29 de Abril de 2003 se celebraron los cien años de que Sor Teresa de los Desamparados, acompañada de Sor Escolástica, Sor Amelia, Sor Antonia, Sor Adelina y Sor Mercedes, llegaban a Viveiro para poner en funcionamiento el 10 de Mayo de ese año, a un asilo llamado de ?San Benito?. A lo largo de ese año 2003 la Residencia publicó varios números de un periódico conmemorativo que llevó por nombre ?Eco de Betania?. Su centenario se celebró de muchos modos: una exposición de fotografías antiguas del viejo Asilo, conferencias, conciertos, y hasta la propia actuación del mago Antón para los residentes. A casi diez años de todo aquello no queremos olvidarnos de que el trabajo de las hermanas sigue adelante desde el silencio, día a día, jornada a jornada y desde ese amor que no se examina a la tarde, sino que se demuestra cada día.
Una residencia que trabaja con el completo de las 137 plazas, con todo tipo de enfermos, muchos de ellos con dependencia total. Ubicada en la calle Benito Galcerán, que fue uno de los grandes benefactores del mismo junto con los hermanos López Villar. En los años sesenta la Madre Emma, superiora del mismo en aquel momento, llevó a cabo una ingente movilización y un enorme esfuerzo para la construcción del amplio edificio actual. Hace pocos años se realizaron en el mismo cuantiosas obras de adecuación a las nuevas normas y necesidades que requiere una residencia en la actualidad. El grave deterioro del tejado obligó hace un año a realizar obras en el mismo con el esfuerzo de las hermanas que autogestionaron siempre los desafíos de seguir manteniendo en pie esta obra que ofrece más de veinte puestos de trabajo en el mismo. Cuenta con prestaciones como peluquería, servicio médico propio, sala de televisión, podología, excursiones, teatro y servicios de instalaciones generales, programas y actividades, servicios personales, servicios sociosanitarios?
La Residencia cuenta con un grupo de colaboradores que lleva a cabo labores de animación, apoyo y actividades de promoción varias como ha tenido lugar recientemente de un mercadillo a favor de los mayores con el fin de facilitarles materiales para la sala de juegos, entretenimiento y ejercicios. No podemos olvidarnos que alberga uno de los importantes belenes de nuestra diócesis realizado por el recientemente fallecido capellán, D. Amado Aguiar, en colaboración con las hermanas.
La Residencia Betania es una casa abierta y desde su salón de actos se ofrece a Viveiro un espacio muy importante para conferencias. En el presente año han acogido a grupos de la Asamblea Diocesana de Laicos de la zona de Viveiro para sus asambleas y reuniones.
La Congregación religiosa se fundó en Barbastro (Huesca) el 27 de Enero de 1873 por el padre Saturnino López Novoa en colaboración con Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, nombrada Superiora General del Instituto desde sus comienzos. El Carisma de la Congregación es el cuidado y asistencia espiritual y material de los Ancianos desvalidos de uno y otro sexo, preferentemente los pobres, que sean puestos al cuidado de la Congregación.
Actualmente cuenta con 210 casas, donde son acogidos unos 26.000 Ancianos, (15.300 en España y 10.000 en los restantes países), en 17 Naciones (España, Portugal, Alemania, Italia, México, Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina, Chile, Brasil, Mozambique), y 3 continentes (Europa, América y África). Los miembros de la Congregación son 2438 de los que 2.105 son Hermanitas de votos perpetuos y 333 son de votos temporales. Hay además 112 novicias, 52 postulantes y 140 aspirantes.
El capellán de la Residencia Betania es D. Emilio Prado Piñón y la Madre Superiora Sor Isabel Tojo López.
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