martes, 5 de abril de 2011

El Origen del Capirote

El origen del capirote en la Semana Santa resulta bastante claro. Durante los actos y procesos del tribunal de la inquisición, a muchos de los penitenciados se les imponía el uso de una prenda de tela que cubría el pecho y la espalda, llamada sambenito, además de un capirote o cucurucho de tela, cartón u otro material, que debían llevar colocado encima de la cabeza, en señal de la penitencia que les había sido impuesta.

Como estas prendas penitenciales vemos gran cantidad de procesiones y actos de inquisición en obras pictóricas desde finales del siglo XV (cuando se instituyo la Inquisición) hasta finales del siglo XIX. Por lógica transposición del sentido penitencial, fue adoptado por algunas cofradías de Semana Santa y aun por instituciones y cofradías que desarrollan sus actos en otros momentos del ciclo litúrgico. Un caso de este segundo aspecto es la llamada procesión de la Lagaña, de Vilalba dels Arcs (Tarragona), en la que varios de los que toman parte en ella salen a recibir a los peregrinos que vuelven de la ermita de Santa María Magdalena de Berrus, vestidos de riguroso negro y cubiertos con capirote del mismo color.

En la Semana Santa de diversas ciudades se ha adaptado el capirote, pero con diversas alteraciones: en unos lugares, tan solo el cucurucho de cartón cubierto con tela, pero sin el antifaz que cubre el rostro, como los portadores de pasos de Murcia, que recuerda el capirote de los penitenciados por la Inquisición, y normalmente, en numerosos otros sitios, el capirote de cartón que se cubre con la tela, que es prolongada por delante en el antifaz y por la espalda.


 

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