A MARIÑA
Viveiro, entregado a su pasión
INMA EIROÁ
VIVEIRO / LA VOZ 14 de abril de 2014 05:01
Niños y mayores, acudieron a la Plaza Mayor de Viveiro, donde recibieron a la Borriquita y la bendeción de los ramos. XAIME FERNÁNDEZ RAMALLAL
En una mañana gris, pero sin lluvia, se celebraba ayer la procesión de la Borriquita en Viveiro. El ritmo de la Banda TAU marcaba la entrada del paso de José Rivas (1948) en la Plaza Mayor, donde niños y mayores aguardaban con los ramos para la bendición. Horas después, en la iglesia del convento de las monjas Concepcionistas, un concierto especial de la Banda de Cornetas y Tambores de la Misericordia, destinado a recaudar para el banco de alimentos que gestiona el colectivo Aspanane. Y última hora del día, procesión del Ecce-Homo de los Franceses, con la hermosísima talla del S.XV., acompañada por la Coronación de Espinas o «El Sentado» y el Cristo de la Veracruz (S. XV) y la Dolorosa (S.XVIII).
En una mañana gris, pero sin lluvia, se celebraba ayer la procesión de la Borriquita en Viveiro. El ritmo de la Banda TAU marcaba la entrada del paso de José Rivas (1948) en la Plaza Mayor, donde niños y mayores aguardaban con los ramos para la bendición. Horas después, en la iglesia del convento de las monjas Concepcionistas, un concierto especial de la Banda de Cornetas y Tambores de la Misericordia, destinado a recaudar para el banco de alimentos que gestiona el colectivo Aspanane. Y última hora del día, procesión del Ecce-Homo de los Franceses, con la hermosísima talla del S.XV., acompañada por la Coronación de Espinas o «El Sentado» y el Cristo de la Veracruz (S. XV) y la Dolorosa (S.XVIII).
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