A lo largo de este año se han hecho muchas actividades, que seguramente todos recordamos, unas de preparación de dichas jornada, como vigilias, convivencias, eucaristías, catequesis, etc. Otras para la recaudación de fondos como el mercadillo benéfico, la obra de teatro, la venta de plantas, etc.
Y por último, la acogida en nuestra ciudad de un grupo de alemanes. Por todas y cada una de ellos queremos dar las más expresivas gracias a todos los que colaboraron de alguna manera: El Concello de Viveiro, las congregaciones religiosas: Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Betania, las Concepcionistas Franciscanas, las Dominicas de Valdeflores, las Esclavas de la Inmaculada Niña, así como también empresas y particulares, en resumen a todo el conjunto de los vecinos de nuestra ciudad de Viveiro.
Gracias, muchas gracias por haber contribuido para que pudiésemos vivir ese gran acontecimiento en Madrid. Para los que tuvimos la suerte de participar, pero también para los que vivieron la jornada a través de la televisión, no quedó la más mínima duda de lo grandioso que fue. La experiencia allí a veces resultó dura, más que nada por el calor, sin embargo a la mayoría nos gustaría repetirla, pues las vivencias allí experimentadas, son imposibles en otras circunstancias. Llamaba la atención el comportamiento en ocasiones, como en la tormenta caída, y que a pesar del miedo que pasamos, la gente en todo momento supo guardar las composturas.
La convivencia entre todos, que ni nos conocíamos, en algunos casos ni hablábamos el mismo idioma, se hizo patente a los largo de todas las jornadas. Eso sí, hablábamos el idioma del amor, del amor en Cristo. Nos quedamos con que Cristo nos convocó en la persona del Papa Benedicto XVI, y que no debe de quedarse en algo puntual, sino que tenemos que llevarlo vivido y experimentado a la vida del día a día.
Gracias a todos por su ayuda.
Damos también las gracias a los medios de comunicación por ayudarnos en la promoción de las actividades organizadas.
Comisión organizativa de la Jornada Mundial de la Juventud -que se celebró en agosto en Madrid- del Arciprestazgo de Viveiro.
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