domingo, 10 de julio de 2011

Alarma en la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol tras el Robo del Códice Calixtino de la Catedral de Santiago



La semana pasada se conocía el robo del códice calixtino de la Catedral de Santiago de Compostela, el cual está bajo una intensa investigación.

Tras este robo, la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol se ha puesto en alerta y no es para menos conociendo la riqueza del patrimonio religioso que es albergado por Iglesias, Parroquias y capillas.

Recopilamos una serie de noticias salidas hoy en La Voz de Galicia, tanto en su edición de A Mariña, como en la edición de Ferrol. Destacaremos individualmente la noticia en la que se pide ayuda, porque
creemos que es un tema de Suma Importancia.


La Iglesia Católica atesora joyas de valor histórico y económico
El Museo Catedralicio y el Obispado custodian parte del patrimonio
El robo del Códice Calixtino ha puesto sobre la mesa el problema que plantea proteger los tesoros que ha ido acumulando la Iglesia. En A Mariña existe un patrimonio sacro importante, tanto desde el punto de vista histórico y artístico como por su valor económico intrínseco, al tratarse de piezas de oro plata que, en ocasiones, llevan incrustadas piedras preciosas.
En el museo catedralicio diocesano de Mondoñedo y en la caja fuerte que posee el Obispado en algún lugar que no se determina se guardan algunas de las piezas más importantes. Entre ellas destaca por su valor histórico el báculo y el anillo de San Gonzalo que en 2006 fue trasladado desde la basílica de San Martiño, donde había permanecido durante siglos, a dicha cámara de seguridad para garantizar la seguridad de ambas piezas.


Tal como recordaba el antiguo párroco, Serafín Rodríguez, el báculo fue reclamado para exposiciones tan importantes como Galicia no Tempo y la organizada por la Fundación Barrié. En cuanto al anillo, recordaba que es de oro macizo, pesa 54 gramos, tiene una inscripción en latín que dice «no me des ni me vendas» y en la parte superior lleva una piedra de cuarzo azulado sostenida por cuatro cabezas de águila cuyos ojos son otras tantas piedras preciosas.
Aparte de estas dos piezas, enviaron también desde la parroquia de San Martiño a la caja fuerte una valiosísima custodia de oro elaborada, dice el antiguo párroco, con las joyas de María de Reimunde, de la cual se conservaron, sin deshacerse, los pendientes.
La corona de la Virgen
En esa caja fuerte del obispado también hay otra joya preciosa, la corona y la aureola de la Virgen de los Remedios, elaborada en 1954, con oro y esmeraldas. Es una pieza que sale solamente los días de la fiesta de la patrona de la diócesis.
O la custodia que sale en el Corpus en Mondoñedo y todas las custodias y demás piezas de ceremonia, de oro y plata y a veces con piedras preciosas que se guardan en las dependencias mindonienses. Algunas llegan a pesar varios kilos. Todo este patrimonio tiene un valor elevadísimo y hay que salvaguardarlo, aunque el coste de las medidas de seguridad es muy complicado de asumir.
De los fondos artísticos existentes en el museo catedralicio y diocesano mindoniense algunos entendidos destacan la Virgen Inglesa o la colección de alabastros ingleses, o las tablas flamencas.

Lourenzá o Santa Cruz de Valadouro guardan piezas de interés
Lourenzá o Santa Cruz de Valadouro guardan piezas de interés
Vilanova de Lourenzá cuenta también con un pequeño museo que guarda piezas valiosas, al igual que otras iglesias de la comarca, incluido algunas que se encuentran en áreas rurales, como la de Santa Cruz de O Valadouro, donde han entrado en ocasiones a robar, pero afortunadamente, los ladrones buscaban el dinero que pudiese guardarse en los cepillos. Hace meses sufrieron robos muchas iglesias, aunque la situación mejoró.





obispo de mondoñedo-ferrol
 «No tenemos recursos como una joyería»
El prelado explicó que se hace un documento de depósito de las piezas que guardan

Monseñor Sánchez también vivió con sorpresa y extrañeza lo ocurrido con el Códice Calixtino que, dijo, espera que se recupere pronto. En la diócesis de Mondoñedo-Ferrol también tiene patrimonio importante.


-Usted estará temblando ahora, después de lo que ha pasado en Santiago.
-Vamos a reforzar las medidas de seguridad en lo que podamos. Nosotros no tenemos recursos para utilizar las medidas de una joyería, que se puede gastar mucho dinero en protección, pero siempre todas estas cosas nos ayudan a hacer alguna mejora que esté a nuestra mano pedir.
-¿Qué guardan además en la caja del obispado?
-Hay una corona de la Virgen de los Remedios, de la patrona, hay también un cáliz de San Sadurniño, que lo tienen allí depositado. La estrategia que seguimos es que las parroquias, para que no vean que lo llevan al obispado y que allí ya no salen, permitimos que lo lleven y lo devuelvan con motivo de las fiestras patronales, si es la imagen de la patrona, que lo lleven y lo usen y lo vean. Luego se hace un documento de depósito para que conste siempre que la propiedad es de la parroquia o den santuario y que está allí en concepto de depósito.
-¿Es partidario de que tomen estas precauciones?
-Si, si. Hay que, en la medida en que podamos, ir reforzando y actualizando un poco lasmedidas porque si no hay cosas que pueden quedar obsoletas.
-Desde que es obispo en esta diócesis, han sufrido robos de piezas importantes?
-No, más que nada, fue la ola tan intensiva, hasta que descubrieron a los de la Mariña, que nos trajeron locos. Porque eran robos sin importancia, a veces solo van a por dinero, no les interesa nada más. Nos dieron un disgusto cuando hubo una profanación del Santísimo en el santuario de la Virgen de Fátima. Y robos de importancia no ha habido, pero recuerdo cerca de Ferrol, en un pueblito cerca de Neda, robaron una campana que justo en el pueblo habían hecho obra y la habían refundido para poder tocarla y tuvieron que comprar otra, pero más que nada fue el contratiempo. Que yo recuerde en nuestra diócesis no hubo ningún robo de cosas de valor. Lo que andaba de por medio era dinero, no buscaban otra cosa.
-¿Por eso les propusieron a los párrocos hacer un seguro?
-Lo hemos propuesto porque veiamos que otras medidas de seguridad pues aquí a lo mejor no nos daban resultado, porque si toca la alarma en la iglesia no lo oye nadie, si toca en el cuartel de la Guardia Civil entre que lo piensan y van vete a saber los ladrones donde están. Y dijimos, ya que los daños suelen ser escasos de valor, aunque está el disgusto que te dan y la contrariedad...Hemos propuesto que las parroquias hagan un seguro.
-¿Se sumaron a la propuesta?
-Yo creo que no ha tenido mucho éxito entren los curas; ellos también han reforzado un poco sus medidas de seguridad. Por otra parte, cosas de un valor muy grande no tenemos. No tenemos tesoros como pueda tener la catedral de Santiago.
manuel sánchez monge obispo de mondoñedo-ferrol

Viveiro tiene una valiosa imaginería, piezas de culto y cruces procesionales 
Viveiro es otro de los municipios mariñanos que sobresalen por su patrimonio sacro. Las personas consultadas al respecto, rechazaron realizar declaraciones, algunas argumentando la necesidad de extremar la prudencia.
Es de todos conocido el importante conjunto de cruces procesionales que poseen, algunas muy antiguas. O las valiosas piezas que utilizan en la liturgia.
La imaginería, algunos retablos, constituyen conjuntos de enorme interés, como el retablo de las Angustias que, según recordaba Carlos Nuevo, cronista oficial de Viveiro, estuvo en tiempos situado en una de las puertas de entrada a Viveiro y participó en la exposición Galicia no Tempo.
Estas y otras muchísimas obras se reparten por las iglesias de la ciudad, también del resto del municipio, y entre los conventos. Algunas de las piezas se encuentran en el museo catedralicio. Nuevo recordaba que la colección de alabastros que se menciona en la otra página, procede de la Iglesia de Valcarría.



Arte Religioso
El robo del «Códice Calixtino» ha desatado todos las alarmas, también en la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol que atesora un número importante de bienes de arte religioso, que por la falta de medios, no pueden ser vigilados como debiera. Un dato relevante es que en toda la diócesis no hay un vigilante nocturno. La Iglesia pide la colaboración de los fieles para extremar la vigilancia, aunque la despoblación agrava más el problema.

El alto riesgo que corre el arte religioso desata todas las alarmas
La Iglesia pide la colaboración de los fieles para que extremen la vigilancia

Lo sucedido en la catedral de Santiago de Compostela, donde la basílica que corona uno de los grandes centros de peregrinación de la Cristiandad no ha sido capaz de proteger el Códice Calixtino, uno de los libros sobre los que se asientan las columnas centrales de la cultura europea, ha hecho saltar todas las alarmas tanto en las diócesis gallegas como en el mundo de la cultura en general. El patrimonio religioso corre un riesgo extremo. Y no se trata ya de robos de campanas, perpetrados generalmente por quienes, rozando la absoluta marginación y el mayor de los vandalismos, no buscan sino metal que poner a la venta. Lo que ahora más se teme es que vuelvan a las andadas, como sucedió en la España de los años setenta, los ladrones especializados, buenos conocedores de las piezas de mayor valor artístico, que asaltaban los templos para vender a coleccionistas privados sus mejores piezas.
Y la verdad es que la situación es escalofriante: la Iglesia gallega, a la que la crisis ha obligado a concentrar todos los recursos disponibles para atender, a través de organizaciones como Cáritas, a las familias sin recursos, es incapaz de vigilar todo el patrimonio artístico de carácter religioso si no cuenta con el apoyo decidido de las administraciones públicas. Baste mencionar un dato: en toda la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol no hay un vigilante nocturno... ni en la catedral de Mondoñedo.
La marquesa Simonetta Dondi d?all Orologio, conservadora del Museo Diocesano, señala que ante la evidencia de que no existen medios para contratar vigilantes, «al menos habría que instalar cámaras en todos los lugares en los que fuese posible; en puntos estratégicos, en lugares de gran valor; y además tampoco sería malo que se cobrase una entrada, al menos una cantidad simbólica, fuera de las horas de culto, en aquellos lugares en los que tienes que preservar la seguridad del patrimonio. Porque eso, que parece una tontería, ya aleja a muchos potenciales delincuentes que, por curioso que parezca, cuando ven que se está cobrando un acceso ya ni siquiera se acercan».

La despoblación agrava todavía más el problema
La cúpula eclesial gallega, que mantiene constantes reuniones con los representantes de las fuerzas de seguridad, insiste en que «sen a axuda da xente, é imposible facer nada; por iso hai que insistir en que, por favor, se ven calquera tipo de movemento raro, por exemplo, arredor dunha igrexa illada, chamen de inmediato á garda civil, porque é mellor caer nunha falsa alarma que permitir que haxa un desastre». Desde las diócesis gallegas se subraya, además, que la despoblación de las zonas rurales está haciendo que el problema se vuelva cada día más grave, ya que muchos templos están en parajes solitarios.


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