lunes, 25 de abril de 2011

El sol permitió ayer la procesión de Viveiro tras un viernes negro

24/04/2011 - El Progreso (A Mariña)

La Semana Santa pudo al fin mostrar ayer su esplendor en toda la comarca, y particularmente en Viveiro, donde tiene un mayor peso, gracias al sol que lució durante gran parte del día y permitió salir a la procesión de la Esperanza de la Resurrección. Previamente, el viernes, fue un día aciago para las cofradías tanto de Viveiro como de toda la zona, que vieron cómo tuvieron que suspender casi todas las procesiones.

La normalidad volvió ayer, cuando al fin los vivarienses pudieron ver en la calle la procesión de la Esperanza de Resurrección, que, muy concurrida, partió de la iglesia de San Francisco, con el paso de Nuestra Señora de la Esperanza, una talla de Francisco Romero Zafra del año 2010 con traje y manto bordados por Antonio Villar Moreno y que este año estrenaba corona. Organizaba esta procesión la Hermandad de Mujeres de la Santa Cruz, que el martes no pudo salir a la calle y realizó el vía crucis de mujeres en los claustros de San Francisco.

En Viveiro, la suerte sonrió el Jueves Santo a la procesión de la Redención, que salía por primera vez, y que fue la única en estar en la calle de las tres previstas ese día. Ya de madrugada, la Virgen de la Clemencia, con sus vestimentas de estrena, partía de la capilla de la Misericordia aupada por llevadores de la cofradía del mismo nombre. Las dos procesiones anteriores -La Última Cena y El Prendimiento- se quedaron en el interior de San Francisco.
El tiempo fue pésimo el Viernes Santo, pues llovió durante toda la jornada y no pudo salir ninguna de las comitivas previstas. La primera de la jornada, El Encuentro, era una de las más esperadas por los visitantes, pues cuenta con imágenes articuladas, que sin embargo quedaron dentro de Santa María. La VOT Franciscana organizaba esta procesión, que incluye los pasos de Jesús con la Cruz a cuestas (El Cristo que cae), San Juan, La Verónica y La Dolorosa.

Sermón
A continuación fue el sermón de las Siete Palabras en la iglesia de San Francisco. El siguiente acto del día era el Desenclavo, en Santa María y organizado por la cofradía del Rosario, al que seguiría la procesión del Santo Entierro, que tampoco salió de este templo, con los pasos de La Magdalena, San Juan, El Santísimo Cristo Yacente y La Virgen de La Soledad.
Corrió la misma suerte la procesión de La Pasión, organizada por la cofradía de La Piedad, cuyos pasos de El Prendimiento, Las Siete Palabras, El Cristo de La Piedad y María al pie de la Cruz permanecieron a resguardo de la lluvia en el interior de San Francisco. Lo mismo sucedió, tras el sermón de la Soledad, con la procesión de Os Caladiños que organizaba la VOT, con los pasos de La Verónica, San Juan y La Virgen de la Soledad.

Otras localidades

La jornada del Viernes Santo llovió sin cesar desde la mañana a la noche en la villa ribadense, lo que provocó la suspensión de la totalidad de las procesiones. La de la mañana recorrió solo unos pocos metros junto a la Orden Tercera para regresar al templo al poco tiempo para evitar la lluvia.
El mal tiempo también impidió el normal desarrolllo de los actos que debian celebrarse en Burela, O Valadouro y Mondoñedo. En la localidad burelesa sí se celebró ayer la procesión de la Virgen de la Esperanza, que recorrió varias calles de la villa, acompañada de la banda de tambores y cornetas de San Inocencio.
La bendición del fuego y el agua fue otro de los actos que acogió el templo, al igual que ocurrió en la iglesia de Ferreira, que acogió el grueso de los actos de la jornada de ayer, que concluyeron con una ágape pascual.
La nueva procesión de Viveiro, con la Virgen de la Clemencia, tuvo un gran estreno al conseguir salir en la madrugada del jueves
La Hermandad de Mujeres sí pudo llevar ayer La Esperanza, tras tener que hacer el martes su vía crucis en San Francisco
t arde de primavera (Miércoles Santo) la gentes de O Valadouro suben la empinada cuesta rezando estación tras estación en solemne vía crucis representado por los jóvenes de esta tierra con devoción y fervor. El campo estaba mojado amenazaba la lluvia mas los jóvenes valientes (y con ellos los demás) siguen adelante andando, rezando, cantando hasta a la iglesia llegar; y allí, tras el dolor del Calvario, el gozo infinito inmenso de la resurrección. Resonaban los aplausos y los cánticos de gloria con alegría y amor, Cristo ha resucitado. Los jóvenes sonreían y en la faz de los mayores alguna lágrima se veía de emocion. Señor, queremos pedirte que también en nuestras vidas después de saber llevar las cruces de cada día lleguemos con inmensa alegría a un feliz resurrección.

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