Tras el éxito cosechado por la almeriense, fue invitada a cantar de nuevo el Viernes Santo y a dos pasos procesionales
Imaginen la escena: Semana Santa en Logroño. Procesión de las Siete Palabras. Una saetera encabeza a los procesionales. Su voz encandila y emociona a los presentes con dos piezas cantadas “a puro pulmón”. Horas después un revuelo inunda Twitter, pero no es su voz lo que más ha llamado la atención (que a nadie le pase desapercibido el estandarte):
La saetera de la Cofradía de las Siete palabras. Fotos de Juan Marín
La almeriense Lucía Rivera, nacida en el Trebolar de Adra, ha revolucionado el mundo cofrade logroñés y los medios de comunicación locales, llegando incluso a las redes sociales, donde las populares Carmen Lomana, Belén Esteban y hasta la propia Cristina la Veneno han dado su particular opinión sobre la ‘saeta’ que cantó el pasado Jueves Santo durante el paso de la Cofradía de las Siete Palabras. Y, sobre todo, acerca de su particular forma de ‘lucir’ la mantilla.
“Llevo viviendo en Logroño desde hace doce años y esta Semana Santa decidí pasarla por primera vez en La Rioja, en lugar de mi tierra, Adra. El lunes me reuní con la Hermandad y el martes, con unos costaleros. Vi una saeta con letra de Serrat y nombrando a Andalucía y decidí hacerle una letra más riojana: Silencio riojano, está pasando el Yacente, siempre con sangre en las manos, no mecedlo costalero...”, señala a LA VOZ Lucía Rivera, recordando que en Logroño se canta con micrófono en mano.
Para la interpretación de la oración cantada, la almeriense decantó por hacerlo con mantilla y peineta y un vestido de seda con un sobre encaje igualmente negro. “Me decidí por este vestido muy actual, con escote palabra de honor y las puntillas de encaje transparente y ceñido. Mi sorpresa surgió cuando compruebo que ha tenido mucha más repercusión en toda la prensa local mi vestido, que la saeta que canté el Jueves Santo a las Siete Palabras, llegando incluso a revolucionar las redes sociales”, comenta la abderitana.
Lucía ha recibido “incomprensiblemente” muchas críticas en su propio perfil de Twitter, como las de Carmen Lomana, pero también muchos comentarios de apoyo. “Pienso que como yo no participaba en el cortejo procesional, solo canté una saeta, podía vestir más moderna y actual y no tan clásica y desfasada. Tuve tal éxito que la propia hermandad, al finalizar la procesión, me felicitó y hasta me invitaron a cenar”.
Al día siguiente, Lucía recibió llamada telefónica de la hermandad, y hasta del sacerdote, para pedirle que volviera a cantar unas saetas a dos pasos del Viernes Santo. “Lo hice, pero por falta de tiempo no hubo ocasión de instalar altavoces y micrófonos, así que fue a puro pulmón”, rememora la ‘saetera’.
Enfermera de profesión
Lucía Rivera estudió en Albuñol, en Cristo Rey. En la actualidad estudia Psicología y es enfermera. “Decidí vivir esta Semana Santa en Logroño porque al estar en paro quiero volver a mi tierra”, concluye la almeriense, añadiendo que lleva unos días que su teléfono no para de sonar interesándose por lo acontecido.
“Llevo viviendo en Logroño desde hace doce años y esta Semana Santa decidí pasarla por primera vez en La Rioja, en lugar de mi tierra, Adra. El lunes me reuní con la Hermandad y el martes, con unos costaleros. Vi una saeta con letra de Serrat y nombrando a Andalucía y decidí hacerle una letra más riojana: Silencio riojano, está pasando el Yacente, siempre con sangre en las manos, no mecedlo costalero...”, señala a LA VOZ Lucía Rivera, recordando que en Logroño se canta con micrófono en mano.
Para la interpretación de la oración cantada, la almeriense decantó por hacerlo con mantilla y peineta y un vestido de seda con un sobre encaje igualmente negro. “Me decidí por este vestido muy actual, con escote palabra de honor y las puntillas de encaje transparente y ceñido. Mi sorpresa surgió cuando compruebo que ha tenido mucha más repercusión en toda la prensa local mi vestido, que la saeta que canté el Jueves Santo a las Siete Palabras, llegando incluso a revolucionar las redes sociales”, comenta la abderitana.
Lucía ha recibido “incomprensiblemente” muchas críticas en su propio perfil de Twitter, como las de Carmen Lomana, pero también muchos comentarios de apoyo. “Pienso que como yo no participaba en el cortejo procesional, solo canté una saeta, podía vestir más moderna y actual y no tan clásica y desfasada. Tuve tal éxito que la propia hermandad, al finalizar la procesión, me felicitó y hasta me invitaron a cenar”.
Al día siguiente, Lucía recibió llamada telefónica de la hermandad, y hasta del sacerdote, para pedirle que volviera a cantar unas saetas a dos pasos del Viernes Santo. “Lo hice, pero por falta de tiempo no hubo ocasión de instalar altavoces y micrófonos, así que fue a puro pulmón”, rememora la ‘saetera’.
Enfermera de profesión
Lucía Rivera estudió en Albuñol, en Cristo Rey. En la actualidad estudia Psicología y es enfermera. “Decidí vivir esta Semana Santa en Logroño porque al estar en paro quiero volver a mi tierra”, concluye la almeriense, añadiendo que lleva unos días que su teléfono no para de sonar interesándose por lo acontecido.
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