¿Aciertan las previsiones de lluvia de Semana Santa?, aquí estudiamos las de los últimos años...

Quedan apenas quince días. Empiezan las miradas al cielo, intentando adivinar sus designios sobre la que es, para muchos, la semana más importante del año. Nadie quiere que la lluvia aparezca justo en esos días, y se recurre a refranes, supersticiones y todo lo posible para hacer una predicción. Pero al final, quien más, quien menos, bucea por Internet en busca de un pronóstico correcto que reduzca la angustia de la incertidumbre.

La cuestión es, ¿son fiables? Por eso, vamos a analizar las tres últimas Semanas Santas en busca de las predicciones y de la realidad final, para comprobar cuánto hay de verdad y cuánto de simple elucubración.

2010. Semana Santa entre el 28 de marzo y el 4 de abril.

La previsión: La de las cabañuelas, elaborada en el verano de 2009, anticipa unos días de buen tiempo, con temperaturas altas y cielos despejados. A falta de un par de meses, en febrero, los paneles de la NWS y del NCEP prevén unos días inestables desde el punto de vista meteorológico. Cuando queda apenas una semana, se concluye que habría estabilidad hasta el Martes Santo, de ahí en adelante, queda incertidumbre.

La realidad: Cielos despejados y buena Semana Santa.

2011: Semana Santa entre el 17 y el 24 de abril.

La previsión: La de las cabañuelas anticipa una semana pasada por agua. Los modelos de NWS y NCEP, a falta de un mes, prevén unos días húmedos. Cuando queda una semana, el Domingo de Ramos apunta a la estabilidad y, a partir del Lunes Santo, predominan las bajas presiones.

La realidad: La lluvia hizo su presencia, pudiendo sólo salir algunas procesiones.

2012: Semana Santa entre el 1 y el 8 de abril.

La previsión: La de las cabañuelas apunta a cielos despejados y temperaturas frescas. A falta de un mes, se apunta a que se rompería la inercia de tiempo seco que venía dándose desde el mes de diciembre. El 20 de marzo, los primeros modelos meteorológicos insisten en inestabilidad para la Semana Santa, pronósticos que se vuelven cada vez más sombríos conforme se acerca la fecha.

La realidad: Semana Santa pasada por agua.

Tras esto, podemos concluir que la previsión más artesanal, la de las cabañuelas, apenas se equivocó por lo que  ayudan a establecer un modelo general cuando aún queda un mes. De cara a este 2013, la predicción de Antonio Baquero, maestro cabañuelista, es de una Semana Santa sin lluvias, despejada y fría. Y los pronósticos meteoológicos apuntan a que solo habría lluvia en el Martes Santo. Veremos si esta próxima Semana Santa les da la razón o vuelve a demostrar que hacer pronósticos con mucha anticipación es demasiado arriesgado.