"Al recibir la noticia de la renuncia del Papa Benedicto XVI a su ministerio como Obispo de Roma y, por tanto, Sucesor de Pedro, como obispo de Mondoñedo-Ferrol, manifiesto:
1º) Mi absoluto respeto a una decisión como la suya tomada libremente y en conciencia; su renuncia es un gesto más de su humildad y su inteligencia preclara.
2º) Mi agradecimiento y el de todos los diocesanos por su trabajo y su magisterio a lo largo de estos casi ocho años últimos.
3º) Roguemos por a salud del Papa Benedicto y para que su etapa de retiro en un monasterio de clausura le sirvan para crecer en santidad y siga ayudando a la Iglesia con sus oraciones.
4º) Y pidamos al Espíritu Santo, que es quien en definitiva guía a la Iglesia, ilumine a los cardenales electores para que les asista en la elección del nuevo Papa.
Más adelante, personalmente o conjuntamente con mis hermanos obispos de Galicia, haré o haremos una valoración más detallada de su pontificado".
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