La Edad Media fue una época oscura para la Iglesia Católica. En la misma ocurrió: el Cisma de Oriente, las crusadas y la Inquisición. Hubo varias herejías sobre la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Personas como Pascasio Radberto, Rabán Mauro y Juan Escoto Eriúgena promovieron la idea de la presencia meramente espiritual de Cristo en la Eucaristía; rebajando así la Eucaristía a un simple recuerdo de la última cena. Fue en esta época donde ocurió varios milagros eucarísticos como el de Lanciano (s. VIII) y Bolsena (s. XIII). Como veremos a continuación el milagro de Bolsena tiene especial importancia en la institución de la Fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
A finales del siglo XIII en Lieja, Bélgica surgen una corriente eucarística que da origen a varias costumbres actuales como la Exposición y Bendición con el Santísimo, el uso de campanillas durantes la elevación en la misa y la Fiesta del Corpus Christi. Santa Juliana de Mont Cornillón, priora de la Abadía de Cornillón en Leija convenció al Obispo Roberto de Thorete de que estableciera una fiesta en honor a la Eucaristía. El 1247 se celebró la primera fiesta del Corpus Christi el jueves posterior a la fiesta de la Santísima Trinidad.
Casi 20 años más tarde, un sacerdote llamado Juan de Parga se dirigía a Roma en busca de una renovación de fe. El sacerdote estaba teniendo fuertes dudas acerca de la presencia real de Jesús en la Eucaristía. Camino a Roma pernoctó en la Iglesia de Santa Cristina en Bolsena (70 millas al norte de Roma). A la mañana siguiente celebró la misa y al momento de partir la hostia comenzó a sangrar. El sacerdote envolvió la hostia en el corporal y la llevó ante el Papa Urbano VII, el cual tenía su corte en Orvieto (muy cerca de Bolsena). A raíz de este milagro y la petición de varios obispos el Santo Padre extiendó la fiesta del Corpus Christi a toda la Iglesia por la bula Transiturus. El papa Urbano IV ordenó a Santo Tomás de Aquino a que escribiera la liturgia de la fiesta. Ante la muerte de Urbano IV, su precedor Clemente V reiteró la institución de la fiesta en toda la iglesia. A pesar que ninguno de los decretos hablaba de procesiones con el Santísimo, papas, como Martín V y Eugenio IV concedieron indulgencias a estas procesiones y las mismas se hicieron comunes apartir del siglo XIV.
En la Iglesia griega la fiesta de Corpus Christi es conocida en los calendarios de los sirios, armenios, coptos, melquitas y los rutinios de Galicia, Calabria y Sicilia.
Santa Juliana de Mont Cornillón |
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