Esta distinción pontificia fue solicitada por el obispo de la diócesis, Manuel Sánchez Monge -que estuvo presente en el acto- y su concesión es en reconocimiento que la Santa Sede hace a los años dedicados al sacerdocio y al servicio de la Iglesia.
La emoción, a veces contenida y a veces desbordada, estuvo presente durante todo el nombramiento que estuvo precedido de la lectura de un texto de San Pablo. Unas palabras en las que se recordó la biografía de ambos sacerdotes fueron las encargadas de dar paso a la entrega de títulos, y tampoco faltaron unas palabras de ambos curas a los presentes en el acto. La entrega finalizó con una bendición del obispo y con un canto a la Virgen.
Este nombramiento también conlleva el título de monseñor y la posibilidad de utilizar sotana de botonadura roja y fajín del mismo color.
Biografías
Eugenio García Amor cursó estudios en el seminario Santa Catalina de Mondoñedo y en Roma, donde fue ordenado sacerdote en 1953. A la vuelta de la ciudad italiana fue profesor en el seminario mindoniense y ocupó distintos cargos de la diócesis. Así, fue secretario canciller del obispado, canónigo de la catedral de Mondoñedo y vicario general de la diócesis. Una vez relevado de la vicaría pasó a ser delegado del clero y párroco moderador del equipo sacerdotal de As Pontes y otras nueve parroquias. En la actualidad ejerce como párroco moderador de Abadín-Vilalba-Xermade y atiende 26 parroquias en Terra Cha.
Enrique Cal Pardo también se formó en el seminario mindoniense, donde ejerció de profesor, y en la Universidad Pontificia de Comillas. Entre sus nombramientos destacan el de canónigo y archivero de la catedral, procanciller del obispado, examinador sinodal y censor de oficio en 1960 y deán y archivero de la catedral, que aún sigue ejerciendo y que incluye el oficio de bibliotecario.
Tiene publicados numerosos trabajos de investigación y recibió la Medalla de Bronce de Galicia.
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